Seno coronario (2º y última parte)

Es, por todo esto que -a finales del 2006- una revista internacional de cardiología como "The Interventional Journal of Invasive Cardiology" -de alto vuelo científico-, menciona en una revisión el tema Seno Coronario con dicho aporte y a ambos argentinos.

Esto ya es un indicio y no es poco. Y lo hace como lo que es, dándole el crédito al nuevo concepto de cavidad cardíaca del seno coronario postulado por Adrián Barceló y Luis M. De la Fuente.

Antes -en el año 2004-, había sido publicado el trabajo (con sus magníficas fotografías digitales revelando la estructura cavitaria) que fue titulado por los expertos como "Revisión anatómica e histológica del Seno Coronario" en el "Journal of International Morphology", conformado por anatomistas expertos e independientes del extranjero.

No debe sorprender que por ser tan frecuente la arterioesclerosis coronaria como patología (afecta arterias coronarias epicárdicas) eclipsara a las venas cardíacas y a las venas coronarias.
En el año 2000, estaban Simon Stertzer (de USA) y De la Fuente investigando trastornos del ritmo eléctrico cardíaco de pacientes, en el Programa de Angioplastia Experimental de Stanford (cuna de varios premios Nóbel) cuando les surge la idea de investigar al seno coronario. Ambos científicos intentaban diseñar un dispositivo para insertar en la válvula mitral (llamada así porque recuerda a la mitra del Papa) con el objeto de disminuir su diámetro y retrasar los signos y síntomas de una insuficiencia cardíaca (patología que a la larga conduce al transplante cardíaco).
Decidieron investigar a fondo la forma y el largo del seno y aún su espesor y sus accidentes anatómicos para poder colocar un catéter allí y no lesionarlo (al seno, pues éste es vecino a aquella válvula).

Por el mero hecho de ser posterior -al frente del corazón dicho seno- y por ser descripto -por Da Vinci- como una verdadera "vena" cardíaca, todo el mundo lo estudio así: como una vena. Al disecar un corazón por delante- los investigadores, cualquiera sean- se "llevan puesto" (por delante) al seno y lo destruyen sin querer: total era una "vena" por definición.

Por ello, es histórica aquella tarde de otoño del 2001, cuando el anatomista Barceló y el cardiólogo intervencionista De la Fuente, proceden a "abrir" un seno en la Sala de Disecciones de Anatomía (quien escribe esto estaba presente en ese momento allí).
La secuencia de los estudios fue en animales (desde Stanford), cadáveres (Laboratorio de Cardioanatomía) y en pacientes ( en el Instituto del Diagnóstico y en la Cínica Suizo-Argentina). Se emplearon en los estudios: fotografías, macroscopía, microscopía, computadoras y hasta angiografías del seno y ecografías con 3D.

Más hallazgos
Además de la pequeña Quinta cavidad que recuerda por su estructura interna a la aurícula derecha con tres centímetros aproximadamente, nueva cámara que se suma ahora a las dos aurículas y a los dos ventrículos, se encontró la posición exacta -en la pared posterior del seno coronario- de un nuevo foco eléctrico el cual genera varias taquicardias (hasta el momento era inhallable puntualmente este foco) y también se encontró un nuevo marcapaso cardíaco constituido tal vez por un nuevo tipo celular cardíaco.

También fue de la partida en el descubrimiento otro hallazgo; el haz atrio-sino-coronario (haz: conjunto de células musculares cardíacas para conducir el impulso eléctrico nervioso) o haz de Barceló-De la Fuente que es la porción no descripta del haz de Bachman (1917); encargado de conducir el impulso de la aurícula derecha a la aurícula izquierda. Así como -tal vez-, un nuevo circuito eléctrico de excitación auricular postulado y conductos linfáticos novedosos.
Esto es el sueño de todo periodista científico o divulgador de la ciencia y si se pudiera volver a nacer ¡quién no desearía vivir lo mismo, e informar la noticia del descubrimiento, como aquella primera vez!

El desafío de Barceló y De la Fuente era poder demostrar que el miocardio del seno no es "prestado" y que es músculo propio. Es decir: que el seno -sin negar su función venosa-, no es una vena recubierta por miocardio (músculo cardíaco) sino que el miocardio -o músculo- encontrado, le es constitutivo a su pared y por ende, es propio del seno éste músculo y por ello es cavidad, además de por poseer endocardio y pericardio y hasta un nódulo propio.

El hallazgo mereció incluso una plaqueta que otorgó el por entonces vicepresidente de la Nación Daniel Scioli y homenajes varios de senadores nacionales y diputados para De la Fuente y Barceló.

Da hasta para analizar hasta el rol del periodismo de medicina en nuestra sociedad y su importancia; en un caso excepcional, en que se le ganó a las noticias del deporte, del espectáculo y de policiales. ¿Estará madura nuestra sociedad para recibir este tipo de información? ¿Habrá llegado la hora del periodismo de medicina y ciencia?

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