Un saludo por el Día del Médico y aportes cardiovasculares argentinos internacionales

Desde la Redacción de LATIDOS, sus periodistas y sus miembros le deseamos lo mejor al Cuerpo Médico Argentino en su día. Es este un ilustre cuerpo que ha dado grandes Maestros de la Medicina a nivel internacional a pesar de no poder trabajar siempre en las mejores condiciones ni en las ideales.

Galenos asistenciales de talla internacional como René Favaloro, Luis De la Fuente, Domingo Liotta, Juan Carlos Parodi, Mauricio Rosenbaum, Federico Benetti y otros, por citar a verdaderos pioneros internacionales de la medicina cardiovascular con sus diferentes ramas y especialidades clínicas, quirúrgicas o del intervencionismo.

Julio Palmaz es un valor aparte, un radiólogo vascular que vive en los Estados Unidos pionero del stent pero el único precursor. Puel y Sigwart colocaron el primero en humanos en Europa.

En cirugía cardíaca, por ejemplo, estaba el gigante Favaloro con el por aquel entonces temerario desarrollo del cruento, invasivo y espectacular by pass con injerto de vena safena en 1967. Pero antes, en 1965, el cardiólogo argentino Luis De la Fuente con el cirujano vascular Dick Sanders del John Hopkins Hospital, postulaban la angioplastia para revascularizar los vasos femorales de la pierna siguiendo a Dotter y a Judkins un año después.

A pesar de su trágica e inexplicable decisión personal final en el año 2000, casi sin una real familia ni hijos biológicos y por entonces viudo y deprimido, lamentablemente, Favaloro deja este mundo.

A pesar de sus exabruptos periodísticos e ideas políticas y sociales retrógradas como almorzar con Videla o viajar a Malvinas en la guerra, o decir que todos los argentinos ´´estaban´´ con Galtieri, lo colocamos aquí a Favaloro. Pero no como persona ni como político, claro está, sino como ejemplo de un abnegado y eminente médico y eximio cardiocirujano, aunque se opuso al auge de la angioplastia coronaria por celos profesionales. Además con su Fundación subsidiada en millones por varios gobiernos, intentó arrasar a la competencia.

Aquí, en Argentina, desarrolló Favaloro en el mítico Sanatorio Guemes también al by pass venoso, aunque hoy en día el conducto de primera elección para un moderno by pass es un conducto arterial.

La Fundación, que funcionaba en el principio dentro del Sanatorio Guemes como una entelequía casi parasitaria del Sanatorio -de 1975 a 1992-, época en que Favaloro abandona el Sanatorio para mudarze al publicitado Centro de la avenida Belgrano cuya entidad no tiene ni tendrá un cirujano de su estatura médica o carisma o habilidad quirúrgica, ni prestigio internacional, claro está.

El cardiólogo clínico y cardiólogo intervencionista Luis De la Fuente, lo convenció a Favaloro de volver al país en 1971 al Sanatorio Guemes.

De la Fuente con su internacional aporte del inédito cateterismo coronario aplicado a las estratégicas y milimétricas arterias coronarias en el infarto agudo de miocardio en 1970 -en el Sanatorio Guemes-, con también aportes y estudios pioneros internacionales en la circulación coronaria colateral, la angina post-infarto de micoardio y en el por entonces ´´negado´´espasmo coronario, encima escritos en español y desde Argentina, debió haber sentido el rigor de estar en su país y no en U.S.A.

El doctor De la Fuente efectuó la primer angioplastia del pais. Fue en una arteria femoral en 1979 en el Guemes. La realizó De la Fuente con su equipo, así como angioplastias coronarias con stents pioneros internacionales -en 1986- junto a Simon Stertzer de Stanford, y con stent medicamentoso desde 1999 como otro aporte mundial suyo desde el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento.

Así como la ´neoarteria´ o arteria de laboratorio, y otros tantos de su galería como las células madre inyectadas al miocardio directamente por la vía de abordaje trans-endocárdica sin abrir el tórax, o su co-descubrimiento mundial de la ´´ Quinta ´´ cavidad cardíaca con el anatomista Adrián Barceló en el 2002.

A pesar de su perfil bajo personal y su extrema humildad y a pesar de sus muchos aportes médicos desde Argentina y de otras partes del mundo, el doctor De la Fuente con un físico privilegiado y robusto de ex boxeador y ex practicante de saltos ornamentales, sigue en plena actividad y en auge y es el 1er. Maestro de la Cardiología Intervencionista Argentina, desde el 2002, para sus pares.

Además, está Juan Carlos Parodi, un notable cirujano vascular periférico con sus ideas y con su técnica de reparación, por ejemplo, de los no tan frecuentes pero complicados aneurismas o dilataciones de aorta abdominal, de 1990, desde Buenos Aires.

Hubo antes, otros ilustres cardiólogos clínicos como Mauricio Rosenbaum con el aporte de los hemi-bloqueos cardíacos, desde el porteño Hospital Ramos Mejía con sus discípulos y pupilos, en esa gran escuela municipal, sin exagerar, de electrofisiología cardíaca internacional.

Hasta dio el país a un cardiocirujano, y luego político justicialista como Domingo Liotta. Con sus corazones artificiales, Liotta ya en la década del 60´, desde Estados Unidos, luego en el Hospital Italiano de Buenos Aires, nos enrogulecció como argentinos. A pesar de sus posteriores incursiones sin ´´expertise´´ y algo erráticas en la cambiante política partidaria argentina así como en ciertos cargos públicos, engalana esta galería de formidables médicos argentinos asistenciales e investigadores con aportes científicos reales e internacionales.


El rosarino Federico Benetti, que habla rapidísimo, que tiene ideas brillantes, y que ha desarrollado el by pass pero ´´a corazón latiendo´´ nada menos, desde 1978, cuando casi todos los cirujanos argentinos lo criticaban y atacaban a pesar que así había nacido el by pass como una cirugía de urgencia, en los Estados Unidos, con Longmire -de Los Angeles- en 1958.

A todos ellos, gracias por sus aportes a la Humanidad...

que Dios los bendiga a todos, a los notables y a los supuestos ´´elegidos´´,
a los médicos normales y a los abnegados tanto como a todos los compatriotas grandes o pequeños que habitan y trabajan e investigan y estudian en nuestro querido país.

Gracias, muchas gracias pero de verdad...

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