A los 80 de edad falleció Guillermo Nimo

LATIDOS


POR HÉCTOR DE LA FUENTE Y FERNANDO VIANO
Especial para el diario NUEVA RIOJA


Falleció el sábado 12 de Enero del 2013, el ex árbitro argentino Guillermo Nimo.

Murió este sábado, casi un viernes 13 -lamentablemente- a las 6 de la mañana, en un elegante Sanatorio de la Capital Federal donde estaba internado en grave estado luego de que se le practicara una intervención cardiovascular minimamente invasiva denominada angioplastía coronaria, asi le confirmó su manager a la agencia nacional de noticias Télam, Guillermo Guglielmetti, también amigo personal y abogado de Nimo, un conspicuo fumador crónico.

Aquí, agregamos que la angioplastia coronaria parece un procedimiento sencillo pero... no lo es !

Las arterias coronarias son milimétricas en su diámetro y delicadas, y son denominadas así porque a la manera de una corona rodean al corazón.

Y, si hay una urgencia en curso, o si el paciente viene inestable hemodinámicamente, o con arritmias graves, o con un grave estado y en shock cardiógenico, o con un infarto ´´machazo´´: siempre hay riesgos de vida porcentual, aún en las manos más avezadas por las complicaciones con las que, a veces, ingresa el sujeto portador de una cardiopatía a la Sala de Angioplastia.

No hay que olvidar, que la muerte súbita por causas cardíacas es letal, y que el 40 % de los infartos son gravísimos y debutan sin aviso previo, de manera... súbita.

En esa prestigiosa y moderna clínica actúa en el área de Hemodinamia, cateterismos y angioplastias, un equipo de cardiólogos intervencionistas a cargo de un médico experimentado, bien equipado, capaz y veloz. Es Alfredo Rodriguez, aunque no se pudo constatar que este médico jefe del área haya realizado el procedimiento ¿o quien de su equipo ? Allí, dónde también revista el temperamental médico Carlos Fernández, oriundo de Paraguay.


En otro orden, el médico Rodriguez fue visto justo ese día y a la misma hora que fallece Nimo por Televisión. Fue en un programa info-comercial, grabado, una casualidad poco feliz.

Ee espacio en Tv de divulgación médica, fue bautizado con el poco original título de Medicina y Salud; es transmitido por canal 13 a las 7 de la mañana los sábados a manos de un cardiólogo, Omar Santaera, que es un médico aún ingnoto a pesar de tener hasta su propio programa televisivo, auspiciado y apoyado por un laboratorio.

Una pena es la muerte de Nimo, que supo construir un personaje televisivo con fina ironía, con relojes exóticos, con su auto lujoso -un mercedez benz- rodeado de bellas mujeres y amante del turf, que fue a su estilo polemista, excéntrico y hasta exótico. Y, porque venía, sobre todo, siendo monitoreado del corazón por un cardiólogo clínico en otro sanatorio cercano.

La ambulancia lo recibe -según las fidedignas fuentes informativas- y lo lleva descompuesto desde su casa del barrio Norte, ubicado en Coronel Díaz y French, en la noche del jueves, al Centro médico donde Nimo -lamentablemente- fallece, a los dos días, más allá del esfuerzo de la angioplastia de urgencia, del equipo de cardiología intervencionista y angioplastia, y de los abnegados médicos de la Unidad de Terapia Intensiva, U.T.I, asi como de los demás paramédicos y enfermeras.



Parecía una broma, porque ya que la población se estaba empezando a acostumbrar, y el gran público que sigue a estos pacientes, a que los pacientes cardíacos anden muy bien mediante famosas angioplastias de rescate, pero es sabido, que el corazón es mandatorio, a veces es traicionero, y que cuando falla, se puede acabar todo.



Ya hemos ampliado en columnas previas de este espacio gráfico LATIDOS, por NUEVA RIOJA, el concepto de salud cardiovascular, y hemos informado de los pacientes argentinos récords ya que nuestros médicos argentinos -en el país- han contribuido con aportes mundiales a la técnica de la cardiología intervencionista denominada angioplastia coronaria, que puede llevar stent, o ser aplicada sin stent.


Muchisimas mala suerte y el destino marcado en manos de Dios, para un querido Guillermo Nimo que viajó para siempre a los 80 de edad, y cuando aún tenía, de seguro, otra perla negra para dar.

Que el Creador lo reciba en su seno.