A 35 años de la primer angioplastia coronaria


Tomado del diario NUEVA RIOJA con permiso y de www.nuevarioja.com.ar

La especialidad médica denominada Cardiología Intervencionista que fue y es aún impulsada en el país por el cardiólogo Luis De la Fuente -desde 1979- fue pionerada por Andreas Gruentgiz en Zurich -Suiza- , es, en la actualidad, la técnica y métodomás empleada para revascularizar el miocardio.

El 16 de septiembre se cumplió el 35 aniversario de la Angioplastia Coronaria, la técnica más empleada en la actualidad para revascularizar (volver a irrigar) el miocardio (músculo cardíaco).

La Cardiología Intervencionista es la moderna subespecialidad de la Cardiología Clínica y tiene a varios pioneros internacionales (entre ellos a un argentino como De la Fuente), quienes contribuyeron al desarrollo del sistema introducido a la práctica clínica por el suizo Gruentzig en 1977, por primera vez.

Este sistema consiste en la liberación de las obstrucciones arteriales; en este caso de las milimétricas arterias coronarias por medio de un moderno catéter (que es un tubo delgado, flexible y alargado, el nombre científico de la técnica es Angioplastia Transluminal Percutánea Coronaria).

Desde aquella angioplastia inicial con balón (una suerte de globo inflable intra-arterial) que iniciara Gruentzig a fines de los años 70, varias modificaciones y evoluciones técnico-científicas mejoraron a la angioplastia con el paso del tiempo, hasta ser hoy, una práctica cardiológica muy frecuente y, en determinados casos es de alta complejidad y/o de urgencia.

El cardiólogo intervencionista argentino Luis De la Fuente, pionero del cateterismo coronario en la Argentina, desde 1966, y un reconocido pionero internacional de la Angioplastia contribuyó a modificar la técnica con Simon Stertzer de Stanford, Richard Myler del San Francisco Heart Institute (ambos de U.S.A) y Bertrand Meier de Suiza, entre otros.

La angioplastia había nacido en Estados Unidos, en 1964, pero para las arterias de las piernas y fue realizada también por primera vez un día 16, pero de enero por el genial e incomprendido Charles Dotter, un radiólogo vascular de origen alemán y el padre de la radiología intervencionista vascular.

Dotter también inventó el primer Stent para animales y le puso ambos nombres ´´stent y angioplastia´´ relata el doctor De la Fuente, quien colaboró con él, y que fue también su discípulo en Oregon, Estados Unidos, como argentino quien en 1965 realizó ya una angioplastia en una arteria femoral de la pierna con el cirujano Sanders que venía del staff del prestigioso John Hopkins.

Dotter había profetizado que las indicaciones se expanderían de las arterias ilíacas y femorales a las arterias coronarias, escribió también el doctor De la Fuente en su capítulo como colaborador del Libro “Los últimos 50 años de la Medicina Argentina y sus Protagonistas” de Mauricio Barón, una edición reservada de la editorial Perfil.

La angioplastia es una intervención cardiovascular mínimamente invasiva donde el cardiólogo intervencionista “opera con cateteres” reemplazando al tradicional cirujano cardiovascular.

El cardiólogo intervencionista es un cardiólogo clínico que luego se especializa en cardiología invasiva y esté capacitado para realizar dichas intervenciones terapéuticas (el cirujano es quien realiza la cirugía convencional a cielo abierto y esta es otra diferencia).

Se realiza sin las grandes incisiones de la cirugía tradicional, y se hace sin tocar al paciente con sus manos. Se opera, pero a distancia, a través de un moderno instrumental, en este caso con catéteres y un angiógrafo (equipo de rayos X que rota y que le permite ver al cardiólogo la anatomía cardíaca y arterial).

Las arterias coronarias son vasos que tienen casi tres milímetros de diámetro en promedio.

La angioplastia es de rápida externación o alta médica la técnica (de uno a tres días o en el día) y por lo general conlleva anestesia local o sedación; es más económica que el by pass, es sin apertura de tórax y una alternativa frente a una cirugía más invasiva y cruenta a “cielo abierto” como el by-pass.

Se realiza con un catéter (un tubo largo, delgado y flexible) el cual va siendo empujado por el cardiólogo hasta pasar la obstrucción con el balón. Dicho catéter en la punta contiene el globo o balón; este globo se infla a diferentes presiones con un líquido y asi comprime la placa arterioesclerótica y la fragmenta sin riesgos. Luego, se deja una malla metálica tubular expandible de acero denominada stent (es una endo-prótesis vascular) dentro de la arteria.

Muchas veces dicho stent posee un medicamento que se libera lentamente dentro de la milimétrica arteria coronaria por treinta días.

Se ingresa al cuerpo por una punción (no es un corte, es por presión) desde la ingle o por el brazo a nivel del pliegue del codo, o en la muñeca por la arteria radial, y es cubierta dicha practica médica minimamente invasiva por las pre-pagas y las obras sociales.

En Argentina

Argentina posee dos médicos pioneros a nivel mundial reconocidos de esta técnica modificada. Uno es Julio Palmaz, un radiólogo vascular de La Plata, que vive en Estados Unidos, y que inicialmente en la década del 80 impulsó la angioplastia con un tipo de stent pionero en Estados Unidos, y aquí el doctor Luis De la Fuente quien perfeccionó junto a investigadores de Stanford (en tándem desde Argentina y en el Sanatorio Güemes) un modelo de stent coronario de acero inoxidable haciéndolo más flexible y “liviano” a partir de 1986 que aplicó en Argentina en 1989 como informa la página web del Sanatorio Güemes y el libro de Perfil pero que nunca patentaron ni comercializaron.

En el año 1966, ya había introducido De la Fuente en Sudamérica el cateterismo coronario desde el Sanatorio Güemes, y desde 1981 con su equipo la angioplastia coronaria en pacientes con infartos agudos de miocardio y variadas técnicas minimamente invasivas.

De la Fuente también impulsó a nivel mundial un primer prototipo de stent liberador de medicamento anti-proliferativo, una investigación que surgió en 1995 junto a la Universidad de Stanford, y que se aplicó por primera vez en la medicina cardiovascular en el año 1999, desde Buenos Aires.

El doctor De la Fuente por sus contribuciones y méritos en la medicina asistencial y por haber formado la Escuela médica argentina de la especialidad fue nombrado por sus pares como “Doctor Honoris Causa y Primer Maestro de la Cardiología Intervencionista Argentina por el Colegio Argentino de Cardiología Intervencionista, por sus siglas CACI, en el año 2002.

Palmaz, fue nombrado en el 2003.

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