LOS LATIDOS DEL PODER

La repentina y conmocionante partida física del doctor Néstor Carlos Kirchner, por un infarto cardíaco masivo y fulminante, según el parte oficial, a 30 días, nos trae recuerdos de los grandes problemas de salud, por estar grabados a fuego en la memoria histórica, que debieron enfrentar otros ex presidentes a lo largo y ancho del país a través de la pendular historia argentina moderna.

Veremos aquí, en este primer artículo, cómo los vaivenes médicos presidenciales han incidido en la salud política de la República y en sus avatares institucionales.

Se dijo siempre, que el general Perón era parecido al francés De Gaulle, pues no había nacido aún, el cirujano capaz de operar a ambos.

Para el ex triple presidente y militar argentino, tal vez un triple by pass hubiera bastado en 1974, pero López Rega era la máquina de impedir. Fue así, a pesar de los pedidos para incluir al cardiólogo Luis de la Fuente del Sanatorio Güemes (quien llevaría al cirujano Favaloro de conocidas expresiones antiperonistas por aquel tiempo). Fue a pedido de Blanca Duarte, la hermana de la mítica Evita junto a otros gobernadores justicialistas como Carlos Menem.

La muerte de Perón fue el 1 de julio del 74, y se sabe lo que trajo como huracán institucional. Fue un verdadero terremoto político, dado su carisma y su poder de contención de las masas populares.

En octubre de 1993, luego de su cirugía de carótida de urgencia a cielo abierto, Carlos Menem estaba en el pico de su prestigio personal, y recibe nada menos que la visita, en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, de Raúl Alfonsín. Así fue, al pie de la cama del ex presidente justicialista internado y convaleciente, donde se empieza a urdir la reconciliación política entre ellos que derivó, apenas meses después, en 1994, en el inédito Pacto de Olivos.

Siguiendo con los ex presidentes, Fernando de la Rúa, en junio del 2001, fue sometido a una repentina angioplastía coronaria con colocación de un stent, en el mismo Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Esto fue utilizado por ciertos grupos políticos para generar variadas dudas médicas, y poco ciertos rumores políticos sobre su salud radical.

Más aquí en el tiempo, en el inicio del tremendo 2010, Kirchner sacude la modorra del verano al ser intervenido, el 7 de febrero, en el sanatorio De Los Arcos, pues se hizo de urgencia su cirugía en la arteria carótida, tal como Menem, una endarterectomía o extirpación de la placa de colesterol con bisturí, y coincidió en la ubicación anatómica y hasta en el tipo de accidente vascular con el riojano.

De este modo, la fama de hombre recio, invencible y del sur de Kirchner, decae cuando como bomba periodística, se nos informa de una segunda intervención vascular de urgencia el 11 de septiembre, aunque ésta fue en una milimétrica y estratégica arteria coronaria, e implicó la colocación de un moderno stent liberador de medicamento intraarterial por 30 días, un refinado dispositivo endovascular que no se tapó, aunque así lo digan, sin certeza cierta y afirmen sin evidencias, los casi "profetas" del periodismo médico y de la medicina televisiva,a modo de ensayo periodístico, ya que ni vieron la inexistente autopsia, ni al histórico paciente ni a sus estudios previos.

ANGIOPLASTIA CORONARIA DE URGENCIA

La angioplastia que se le efectuó al ex presidente estuvo bien hecha, fue realizada por dos cardiólogos intervencionistas con más de dos décadas de experiencia en intervencionismo cardiovascular, y discípulos de Luis de la Fuente, quien se hallaba de gira científica y quien no actúa en ese reciente centro médico formado salvo excepción. Esta es una intervención mínimamente invasiva, no quirúrgica, que consiste en colocar un catéter, un tubo largo, delgado y flexible en el lugar del ateroma o placa de colesterol empleando la vía de abordaje inguinal o femoral, braquial, o radial. Todo se realiza con anestesia local, salvo excepción. En el sitio de la lesión obstructiva, se infló un globo que comprimió la arteria y fragmentó la placa de colesterol pulverizándola, luego se retiró el catéter para colocar un stent o malla metálica expandible que libera un medicamento en la pared del vaso, y debe ser complementada con la ingesta precisa de anticoagulantes por vía oral!

La urgencia de Kirchner, produjo que palabras y conceptos como stent, angioplastia y cateterismo, se repitieran hasta el infinito, más que mil cardiólogos juntos en los medios y constituyó una cuestión de Estado, su enfermedad vascular como ya pasó con otros ex presidentes.

A cualquiera le puede pasar un percance médico, por ello, todos debemos aprender que la lección es que la salud es imprescindible, sino la tenemos ¿qué tenemos...?

Argentina, como país, ojalá tenga mucha salud. ¡Lo merece!

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