Tuvimos, en Buenos Aires, en el Instituto de Cardiología Intervencionista, fundado y dirigido por el doctor Luis M. De la Fuente, nada menos... la dicha de recibir esta semana como paciente, de urgencia, al ahora amigo Miguel Chabán, un riojano y chilecitense de gran carisma, bonhomía y ascendencia libanesa por parte de padre y madre. El hombre en cuestión, es alegre, familiero y bonachón, y le rinde un verdadero culto y honor a la amistad y a los amigos. Llegó Chabán, con una indicación de cirugía de revascularización miocárdica tipo by pass desde Mendoza.
Sin embargo, aquí se pensó que podría ser dilatado mediante una doble angioplastia coronaria, la técnica alternativa y complementaria al by pass, al cual ya supero en número en Estados Unidos y que perfeccionara el riojano doctor De la Fuente.
Por ello, no todas son malas noticias para los chilecitenses queridos, a propósito del suicidio de un joven adolescente en el día de la fecha, encima acaecido en la calle Favaloro, cuyo suicidio, y esta, ya es, aquí, no información, sino la opinión personal de este periodista de medicina, un claro mensaje negativo a la sociedad y ni que decir a la juventuda. Es, de este modo, habida cuenta de los logros del cardiocirujano, pues si alguien como Favaloro se suicida... que dejamos para los demás, en un claro ejercicio de interpretación personal.
Chabán, con sus 60 de edad, nos dió a todos una gran lección de optimismo y alegría.
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