Un espasmo coronario

El evento cardíaco del intendente riojano Ricardo Quintela

El Intendente capitalino ingresa de este modo a la galería de los políticos riojanos del selecto club del “corazón”. Lo hace junto al ex presidente Carlos Menem y Jorge Yoma.

Escribe Héctor De la Fuente para el Diario NUEVA RIOJA
Tomado de www.nuevarioja.com.ar con permiso de la Editorial Famatina.

Fue lo que se denomina en periodismo científico una real noticia médica el inesperado asunto cardíaco y la internación de urgencia, a la noche, del número dos de la política riojana. Le pasó al segundo peso pesado del justicialismo riojano que lo es junto al doctor Luis Beder Herrera.
La causa y el motivo de la internación, al decir de los puristas de la medicina, fue un dolor de pecho (debido a un espasmo), que es la contracción de un segmento arterial coronario afectado, en este caso, por un cuadro de stress político en ciernes.
Fue un espasmo nocturno, en reposo, documentado por cateterismo pasada la medianoche. Pero esto no quiere decir, necesariamente, que Ricardo Quintela tenga tapada u obstruida alguna de las milimétricas y estratégicas arterias coronarias, o que se haya infartado.
Su triple período democrático en tres décadas de extenuante política son factores crónicos tan tensionantes como el stress de cualquier humano, ya que es un político de raza, los cuales sumados al tabaco y a las emociones constituyen una triada y un caldo de cultivo vascular, tal como los tres vasos principales que irrigan el corazón que lo rodean a la manera de corona. De allí su tan acertado nombre de arterias coronarias.
Quedo a cargo de lo institucional el viceintendente Armando Molina, número dos del espacio, y a la sazón copiloto del número dos de la política riojana.
Molina fue quien sobremanera, se mostró realmente preocupado y consternado por el sorpresivo evento cardiológico de su amigo y compañero de fórmula. Idem el Gobernador. Idem Hugo González del espacio Q.
Molina quedó a cargo de la intendencia de manera interina, y fue quien le dijo a este columnista el pasado domingo que “Ricardo está bien”.
Fue lógico el estupor, ya que no fue para menos por el flash de la noticia; una bomba por ser Ricardo un amigo de muchos amigos con muchos amigos, amén la espectacularidad que siembre genera un cuadro de dolor de pecho generándose casi una conmoción informativa, susto y sorpresa en los propios y ajenos, y para todos porque a cualquiera le puede pasar, sea un familiar o un ser querido.
El diámetro de las arterias coronarias varía según la contextura física y el sexo y van de 2 milímetros a 4 en los casos de los fornidos leñadores estadounidenses. Motivos como el frío, una bebida helada, el tabaco, algún medicamento o un disgusto, aunque sea telefónico, bastan y sobran para desencadenar el espasmo aún en sujetos con arterias coronarias normales, tal como siempre lo informamos en radio con el locutor Jorge Agüero por Tarde o Temprano, para quien fue cuatro veces internado en Buenos Aires para tres angioplastias coronarias de urgencia, la última de ellas en cuatro ramas arteriales, lo que antes hubieran sido cuatro bypass a cielo abierto.
Otro fue el caso del periodista deportivo y conductor de canal 9 Rolin González, que llegó a Buenos con recomendación médica firmada de realizarse bypass coronario aunque aquí se determinó que no era nada lo suyo al documentarse sus arterias normales por coronariografía.

Espasmo coronario

El espasmo, descripto por Osler y documentado por Prinzmetal, y por Gensini mediante cateterismo y por De la Fuente en Argentina, es la constricción de una arteria que puede ocurrir en mayor o menor grado tanto en las arterias coronarias, como en otras arterias: ejemplo, las cerebrales. A veces los espasmos coronarios se producen en arterias “angiográficamente normales” (15 a 20 %) pero en la inmensa mayoría de los pacientes ocurre en obstrucciones coronarias ateroescleróticas de grado moderado a severo. Generalmente son pacientes con síndromes coronarios agudos, en los cuales el espasmo coronario aumenta la severidad de la obstrucción. A veces el espasmo es transitorio y otras veces es el responsable de que se produzca un infarto agudo o muerte súbita . A veces, durante una coronariografía el espasmo coronario es producido por el mismo catéter al ser apoyado en la arteria, estando el catéter dentro de la arteria, espasmo que desaparece al retirarse el catéter. Lo mismo sucede en las obstrucciones ateroescleróticas coronarias con un espasmo sobreagregado que desaparece con la inyección de nitroglicerina (vasodilatador). Muchos infartos agudos de miocardio o muerte súbita son debido a espasmos coronarios que agravan la severidad de obstrucciones de grado de moderadas a severas pre-existentes aumentando su severidad u obstruyendo totalmente la arteria culpable.
El flujo de sangre a través de las arterias coronarias como en otras arterias depende del diámetro de las mismas y de mecanismos neurales (nerviosos) y humorales que pueden dilatar o contraer la arteria.
Las paredes de las arterias coronarias están constituidas por tres capas: una capa externa de tejido conectivo, la adventicia; una Capa media de músculo liso y una capa interna, la íntima, que esta constituida por tejido conectivo y el endotelio. La íntima esta separada de la capa media muscular por la lámina elástica interna y la capa media muscular esta separada de la adventicia por la lámina elástica externa. La capa media muscular esta inervada por fibras nerviosas noradrenérgicas que funcionan como constrictoras, y por fibras colinérgicas que pueden dilatar la arteria. Las fibras simpáticas noradrenérgicas son inactivas en reposo pero pueden producir vaso constricción o espasmos coronarios en condiciones tales como ser, por ej. : estrés frío, cólera, miedo, emociones violentas étc.
Las arterias coronarias normalmente están en un estado casi de reposo en vasodilatación debido en gran parte a la síntesis de óxido nítrico que es un potente vaso dilatador y que es producido por el mismo endotelio (el descubrimiento del óxido Nítrico le valió el premio Nobel al investigador Moncada).
El endotelio, entre otras cosas también produce endotelina que es un poderoso vaso constrictor. Cuando hay una disfunción del endotelio por ateroesclerosis o un proceso inflamatorio, disminuye la síntesis de óxido nítrico y aumenta la síntesis de endotelina produciendose entonces una vasoconstricción (espasmo).
Los pacientes con disfunción del endotelio pueden desarrollar una isquemia de miocardio por un espasmo coronario aún en pacientes con arterias coronarias angiografícamente normales (es el llamado Síndrome X)
La disfunción del endotelio puede, además, de producir isquemia (falta de sangre) debido a la vasoconstricción de las arterias coronarias, inflamación y trastorno de coagulación en ciertos tipos de pacientes
La obstrucción coronaria si es severa, más un espasmo es una mala combinación. Por esta razón, a los pacientes coronarios se le teme más a los disgustos, emociones fuertes, peleas o estados de cólera que a los esfuerzos.
El espasmo coronario juega un papel importante, muchas veces negado, y tal vez es el responsable de muchos infartos de miocardio y/o muertes súbitas que suceden en las discusiones violentas, peleas o en las canchas de fútbol.

Versiones y nitroglicerina

Algún medio informativo (des) informó por el vértigo que en realidad el suceso fue una operación de urgencia con colocación de un stent (sofisticada endoprótesis intravascular de metal, obra maestra de la biongeniería más cabal, que a la manera de malla forra la arteria culpable del síntoma del dolor torácico).
Por eso, en noticias de medicina como en las de economía se debe ser muy cuidadoso para no generar pánico o sensacionalismo, y se debe haber por lo menos pisado la Facultad de Medicina o de Economía un par de años (4 o 5) como mínimo.
En realidad, fue un cateterismo diagnóstico y una coronariografía o CCG por sus siglas lo que se le efectuó a Quintela (técnica que Luis De la Fuente desarrolló en Sudamérica desde 1966 como todos conocen así quien es quien realizó aportes al tema del espasmo negado en los círculos médicos más altos como entidad clínica).
No fue una operación cardíaca, en sentido estricto. El cateterismo permitió verificar el diagnóstico e inyectar de manera indolora la nitroglicerina o algún otro vasodilatador como los bloqueantes cálcicos para vasodilatar la arteria espasmódica. También lo informó, en parte, a esto su médico personal a los medios.
Hubo hasta una suerte de show periodístico de algún hemodinamista (que no es riojano) y esto se pudo haber evitado para no generar dudas en la población ni zozobras, porque realmente nadie en sus cabales se puede alegrar de una noticia de este tipo para nada ni para nadie.
El secreto médico quedó a un lado para varios galenos, tal vez con la venia del paciente.
Quintela ingresa de este modo a la galería de los políticos riojanos del selecto club del “corazón”.
Lo hace junto al ex presidente Carlos Menem y Jorge Yoma pero ellos si que fueron operados de verdad, en Buenos Aires, en situaciones diferentes pero más complejas y más lejanas y de urgencia” por su espasmo sin evidencias de obstrucciones arteriales coronarias.

FUENTE: WWW.NUEVARIOJA.COM.AR

Datos

El intendente de La Rioja Capital Ricardo Quintela se recupera favorablemente en La Rioja Capital luego de sufrir un espasmo coronario hace una semana. No obstante ello, el jefe comunal viajará a Buenos Aires para charlar y realizar una interconsulta con el eminente cardiólogo Luis De la Fuente como estaba previsto antes de desencadenarse el inesperado evento coronario aunque no trascendió la fecha de arribo de Quintela a la Capital Federal.
El doctor De la Fuente que alguna vez atendió -fugazmente- al intendente: está en Holanda en el Congreso Europeo de Cardiología y es quien ha realizado aportes internacionales al tema del espasmo y en Argentina y quien ha colaborado con el norteamericano Gensini, que fue el primero en documentarlo al espasmo en las arterias a nivel mundial mediante coronariografía en la década del 70.
De la Fuente visitó a Quintela en Mayo de este año en su despacho en cordial visita. Lo hizo en companía del periodista científico Héctor De la Fuente.