La muerte de la soprano Florencia Fabris volvió a llamar la atención sobre los accidentes cerebrovasculares (ACV), que causan 14.000 muertes al año y son la primera causa de discapacidad permanente en adultos en Argentina, según cifras del Ministerio de Salud de la Nación.
La cantante de 38 años tuvo un ACV hemorrágico durante un concierto en Mendoza causado por un aneurisma "que se sospecha congénita, es decir desde el nacimiento", explicó Melina Huerin, cardióloga de la Fundación Cardiológica Argentina.
"Existen dos tipos de accidentes cerebro vascular (ACV), isquémico y hemorrágico. Los isquémicos surgen por una interrupción o bloqueo de una arteria que lleva sangre al cerebro, como consecuencia de un fenómeno de trombosis o de embolia. Al bloquearse la circulación por cualquiera de estos mecanismos, ocurre una isquemia o infarto cerebral", explicó la médica.
En tanto, en los ACV hemorrágicos, ocurre alguna ruptura vascular, con la consecuente hemorragia cerebral. "Este tipo de ACV suele ser más abrupto, cursa con alta mortalidad y requiere un acto quirúrgico rápido", dijo la médica.
Huerin explicó que "la hipertensión arterial juega un rol crucial en ambos tipos de cuadros, siendo los hipertensos mucho más proclives a presentar alguna de estas situaciones. De hecho, en el ACV hemorrágico, el 85% de los pacientes son hipertensos y alrededor del 50% lo son en el caso del ACV isquémico".
De acuerdo a lo referido por los profesionales que asistieron a Fabris, "tenía un aneurisma, que es una dilatación arterial, en este caso probablemente congénita, o sea desde su nacimiento", consideró la médica.
"No contamos con información referente a si ella había tenido síntomas previos (cefalea intensa o alguna otra alteración) o si tenía familiares con antecedentes de aneurismas cerebrales o ACV", dijo Huerin.
Se estima que entre 1 y 2% de la población podría ser portadora de este tipo de malformación, por lo que no justifica hacer un screening (rastrillaje) de toda la población.
Otras causas de ACV hemorrágico, además de la hipertensión arterial y el aneurisma son las malformaciones arterovenosas, que también suelen ser congénitas, y las vasculitis que son enfermedades de causa inmunológica–inflamatoria.
Según la médica, algunos elementos que podrían permitir la consulta a tiempo son "cefalea muy intensa; ACV previo (propio o familiar); poliquistosis renal, que en su forma autosómica dominante se asocia a hipertensión y a aneurismas cerebrales".
Para Heurin, "en la mayoría de los casos de ACV el control de los factores de riesgo coronarios son fundamentales".
Esto es "una presión arterial menor a 140/90 mmHg; un valor de colesterol menor a 200mg/dl; un valor normal de glucemia, que no debe superar los 100mg/dl; no fumar y realizar actividad física diariamente".
"Existen dos tipos de accidentes cerebro vascular (ACV), isquémico y hemorrágico. Los isquémicos surgen por una interrupción o bloqueo de una arteria que lleva sangre al cerebro, como consecuencia de un fenómeno de trombosis o de embolia. Al bloquearse la circulación por cualquiera de estos mecanismos, ocurre una isquemia o infarto cerebral", explicó la médica.
En tanto, en los ACV hemorrágicos, ocurre alguna ruptura vascular, con la consecuente hemorragia cerebral. "Este tipo de ACV suele ser más abrupto, cursa con alta mortalidad y requiere un acto quirúrgico rápido", dijo la médica.
Huerin explicó que "la hipertensión arterial juega un rol crucial en ambos tipos de cuadros, siendo los hipertensos mucho más proclives a presentar alguna de estas situaciones. De hecho, en el ACV hemorrágico, el 85% de los pacientes son hipertensos y alrededor del 50% lo son en el caso del ACV isquémico".
De acuerdo a lo referido por los profesionales que asistieron a Fabris, "tenía un aneurisma, que es una dilatación arterial, en este caso probablemente congénita, o sea desde su nacimiento", consideró la médica.
"No contamos con información referente a si ella había tenido síntomas previos (cefalea intensa o alguna otra alteración) o si tenía familiares con antecedentes de aneurismas cerebrales o ACV", dijo Huerin.
Se estima que entre 1 y 2% de la población podría ser portadora de este tipo de malformación, por lo que no justifica hacer un screening (rastrillaje) de toda la población.
Otras causas de ACV hemorrágico, además de la hipertensión arterial y el aneurisma son las malformaciones arterovenosas, que también suelen ser congénitas, y las vasculitis que son enfermedades de causa inmunológica–inflamatoria.
Según la médica, algunos elementos que podrían permitir la consulta a tiempo son "cefalea muy intensa; ACV previo (propio o familiar); poliquistosis renal, que en su forma autosómica dominante se asocia a hipertensión y a aneurismas cerebrales".
Para Heurin, "en la mayoría de los casos de ACV el control de los factores de riesgo coronarios son fundamentales".
Esto es "una presión arterial menor a 140/90 mmHg; un valor de colesterol menor a 200mg/dl; un valor normal de glucemia, que no debe superar los 100mg/dl; no fumar y realizar actividad física diariamente".
FUENTE: TÉLAM
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