Hepatitis C vía Télam




El diagnóstico temprano de hepatitis C previene el cáncer hepático



El diagnóstico temprano de la hepatitis C, una enfermedad silenciosa que afecta a más de 150 millones de personas en el mundo, puede prevenir complicaciones derivadas del virus como la cirrosis o el cáncer hepático por lo que los especialistas instaron a extender el testeo y a garantizar la accesibilidad a los tratamientos.




"Nos encontramos frente a una época revolucionaria en cuanto al tratamiento de la hepatitis C por el desarrollo de nuevas drogas, entonces el desafío hoy ya no es la cura, que se consigue, sino la accesibilidad", indicó a Télam el médico hepatólogo Marcelo Silva, quien participó entre ayer y hoy de la V Reunión Latinoamericana de Hepatitis que se realizó en Cancún.



Silva, quien es el Jefe de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, informó que se calcula que en Latinoamérica existen entre 7 y 9 millones de personas con el virus, de las cuales menos del 10% lo sabe, y menos del 1% está en tratamiento.



"El cáncer de hígado puede prevenirse, por un lado con la vacuna de la hepatitis B, y por el otro con el testeo de hepatits C y su posterior tratamiento ya que un paciente atendido oportunamente tiene hasta un 80 por ciento de posibilidad de curarse", explicó por su parte el médico hepatólogo Fernando Cairo.



Cairo, miembro de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), detalló que "la hepatitis C es una enfermedad silenciosa ya que cursa generalmente en forma asintomática hasta que comienza con las complicaciones".



"Se estima que un alto porcentaje desconoce que tiene el virus que, una vez que entró en contacto con el cuerpo, en más de un 80% de los casos desarrolla cronicidad", señaló y agregó que "de ellos un 30% tendrá cirrosis lo que entre un 1 y un 5 por ciento puede derivar en un cáncer hepático".



El especialista advirtió que "la única manera de aumentar la tasa de diagnóstico es concientizando a la población que deben realizarse el test y a los profesionales de la salud que deben ofrecerlo".



"A diferencia del VIH, donde se ha desarrollado este último tiempo una mayor conciencia sobre la importancia del testeo, la hepatitis C sigue siendo una enfermedad muy ignorada y, sin embargo, con una simple prueba de sangre se podría diagnosticar", indicó Cairo.



El virus de la hepatitis C se transmite por exposición a sangre infectada a través de transfusiones de sangre o derivados sanguíneos y trasplantes de órganos; inyecciones administradas con jeringas contaminadas; lesiones con material cortopunzante en el ámbito sanitario, y por medio del consumo de drogas inyectables.



Las madres infectadas por el VHC también pueden transmitirlo a sus hijos durante el parto, en tanto la transmisión por medio de las relaciones sexuales con personas infectadas o por compartir objetos personales contaminados con sangre infectada es menos frecuente.



No obstante existe la posibilidad de infección en el acto sexual si se tienen conductas como tener relaciones durante la menstruación o se realizan prácticas con alto riesgo de lesión (sexo anal sin protección), en donde puede haber sangrado.



"Toda persona que haya estado expuesta a una situación de riesgo, esto es a cualquier procedimiento por el que se haya atravesado la piel, debe realizarse el test", afirmó el especialista.



La Organización Mundial de la Salud estimó que aproximadamente 150 millones de personas se encuentran infectadas con el virus de la hepatitis C, lo que representa el 3% de la población mundial.



Una vez que se presentan, los síntomas pueden ser fiebre, fatiga, orina oscura, deposiciones claras, dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor articular e ictericia.



"Hasta el año pasado los pacientes con hepatitis C eran tratados con interferón y rivabirina y tenían una tasa de curación del 50% -describió Cairo- pero en 2012 comenzaron a utilizarse nuevas drogas que son inhibidores de la proteasa que permitieron aumentar este porcentaje de curación hasta el 80% en aquellos pacientes que no habían aún recibido ningún tratamiento".



Por su parte, Silva señaló que "los inhibidores de proteasas han sido sólo el comienzo de esta nueva etapa que, en cinco años generará tratamientos más eficaces".



"Por eso -insistió- es que ahora más que nunca el trabajo lo debemos centrar en concientizar, incrementar el testeo y garantizar la accesibilidad a los tratamientos".
_______
Fuente: www.telam.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar en Látidos, periodismo cardiovascular.