Quienes estuvieron en la pionera cirugía cardíaca con células madre a Sofovich

El 14 de Marzo fue un día de una espera tensa, acumulada desde Febrero.

Ese Lunes, para muchos pacientes con falla cardíaca severa o insuficiencia cardíaca, es decir, con el corazón insuficiente, que no miran el lado frívolo de la cuestión luego de un verano superficial, metabolizaban como podían el anuncio del conductor televisivo Sofovich que al tirar la bomba informativa y esperanza médica en el programa de Canosa, aquella tarde -por canal 9- del día 20 de Febrero, sacudió de paso la modorra del fin de verano.

Las usinas de alerta se encendieron, en los círculos médicos más altos, en las redacciones periodísticas, en el gremio de la salud, en los Sanatorios y en la población de cardiópatas, que sigue las noticias de salud pues no fue una broma.

Gerardo no bromeaba, luego dió más pistas como el día y la hora, y lugar, así como qué se le iba a hacer y más detalles de la operación a cargo del doctor De la Fuente.

Claro está, que Gerardo tiene un don para los medios, es hijo de periodista, recordemos, y su querido padre encima, era amigo de varios personajes, entre ellos, nada menos que Gardel y Le Pera, así como progenitor del genial Hugo Sofovich.

Su tío, Bernardo, fue abogado de Clarín y del doctor Roberto Noble, el fundador del diario en 1945.

Lo que fue visto como una broma televisiva, luego fue tenso para muchos pacientes, y amplificado por un verdadero asedio periodístico previo a la cirugía, al mentor de la técnica en latinoamérica, el doctor De la Fuente y al famoso paciente.

El día de la tan anunciada intervención, Gerardo venía de hablar en Polémica y otras radios.

Además del excelente equipo del doctor De la Fuente, arribó invitado un médico cardiólogo del interior del país, Fernández Viñas, junto a su hijo, futuro cirujano plásticos, y un político que irá como candidato a senador provincial por Buenos Aires pronto.

También estaba el cardiocirujano de Rosario, Federico Benetti, un pionero mundial de la cirugía cardíaca a corazón latiendo con by pass y de otras técnicas y el ex marido de la periodista Silvia Fernández Barrios.

Allí, el propio Benetti, fue objeto de amistosas bromas por su amigo, el periodista de medicina Héctor de la Fuente Fitte, puesto que Benetti envió a un hermano suyo a que el equipo del mismo De la Fuente le haga una intervención, lo que derivó en una angioplastia coronaria.

´Dale, dale, querido Fede, hacele un by pass a tu hermano´, le decía el periodista de medicina De la Fuente Fitte en tono jocoso y entre sonrisas, ante la hilaridad generalizada, pues había salido todo bien en esa angioplastia. Eso había sido el día Viernes previo en el Instituto del Diagnóstico. Sofovich, en cambio, prefirió la Clínica Suizo-Argentina para su intervención con el mismo equipo del doctor De la Fuente.


Dale, pero le hubieran hecho un by pass, continuaba el periodista de medicina De la Fuente Fitte, y que no se diga, que no se diga... que al hermano del doctor Benetti, el otro maestro argentino del by pass, el equipo del maestro de la angioplastia le realizó eso de una angioplastia, entre risas..., enfundados ambos en sendas remeras negras como dos ex playboys que fueron ambos, puesto Benetti estuvo casado con la conductora de canal 9 Silvia Fernández Barrios

El doctor Benetti, es una muy buena persona, y empezó la técnica a corazón latiendo y otros transplantes cardíaco desde el interior del país, pero fue muy atacado por el entorno de Favaloro por celos profesionales.

Benetti tiene una excelente relación con su ex esposa, nada menos que, la ex periodista televisiva de canal 9 Fernández Barrios, con quien tiene dos hijos preciosos, y a quien conoció cuando la conductora -en persona- le fue a realizar una entrevista por unos transplantes cardíacos a Benetti, en Rosario.

Fue un amor de novela, de película realmente y a primera vista.

El propio doctor De la Fuente entró a toda máquina a su moderno quirófano de la Suizo-Argentina casi hablando por celular y fue asi porque lo habían llamado para una nota radial polemista en la que fue enganchado porque ún pícaro productor periodístico se hizo pasar por médico que lo requería en consulta.