NUEVA TÉCNICA VALVULAR
POR HÉCTOR DE LA FUENTE
" La cirugía cardiovascular a nivel mundial tomó un gran impulso en la década del 60´ desde los Estados Unidos de América. Esto, fue así, luego que el jóven norteamericano Edward Starr - un cirujano cardíaco de tan sólo 32 años de edad, que venía de trabajar en Boston con una válvula mecánica- realizara el primer reemplazo valvular cardíaco en la historia de la humanidad con éxito. Fue un 21 de Septiembre de 1960, aquel mítico primer reemplazo mitral, en manos de Starr -en el Saint Vincent Hospital de Portland, Estado de Oregon- con casi toda la comunidad médica de su hospital en contra.
Por aquel entonces, un flamante médico riojano: Luis de la Fuente , estaba allí, observando y participando en el post-operatorio de esa histórica y exitosa cirugía cardíaca.
A las 48 horas de la cirugía, el paciente estaba desayunando y esto se vió a través de una foto en la primera plana del diario Oregon Post.
Este avance dió una gran impronta a la por entonces naciente cirugía cardiovascular (ver el libro " Los últimos 50 años de la Medicina Argentina y sus protagonistas", edición limitada de Editorial Perfil).
En los años 1962 / 64/ 66 / 67 y 68/ con diversos expertos que aplicaron variadas técnicas quirúrgicas; el by-pass, por ejemplo, pasó de ser un procedimiento de urgencia a una fenomenal técnica standar por aquel entonces, aunque hoy, es superado por la "revolución" generada por la angioplastia de los cardiólogos intervencionistas. Y, esto, fue así pues los cirujanos cardíacos estaban, envalentonados y seguros por el primer gran éxito de Starr y su cirugía valvular pionera.
VALVULOPLASTIA POR CATETERISMO
Entonces, hay que dar un salto histórico por unas décadas hacia adelante, para puntualizar que fue en Argentina y en el Sanatorio Güemes -el lugar- donde por primera vez en Sudamérica, se realizó una valvuloplastia mitral con un catéter y un balón en el año 1988 para abrir una válvula calcificada, dura y cerrada en el servicio del cardiólogo riojano mencionado.
AVANCE RECIENTE EN ESTENOSIS AÓRTICA
Falta de aire, dolor de pecho y mareos son síntomas cardinales de la estrechez o estenosis aórtica.
Muchos pacientes - ahora-, llegan a edades avanzadas sin poder tolerar una cirugía cardíaca convencional por sus enfermedades asociadas y por la edad. Entonces: la ciencia médica en su afán de mejorar la calidad de vida no se detuvo y avanzó rompiendo paradigmas.
Hace un par de años ¿quien se animaría a decir ? que sería posible introducir una válvula cardíaca plegada desde una pequeña abertura en la ingle.
HOSPITAL PÚBLICO
Hace tan sólo unos días, en nuestro país, se realizó un inédito procedimiento percutáneo y endo-vascular en Argentina. Fue en un Hospital público -el Htal. Juan A. Fernández- con el pleno apoyo del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires a manos del cardiólogo alemán Eberhard Grube. Se aplicó así una nueva técnica de esta, la sub-especialidad cardiológica más pujante y prometedora: la cardiología intervencionista para tratar a pacientes mayores de 80 años con estenosis de la válvula aórtica.
En este caso, el procedimiento, primero, en el país, fue a un paciente de 81 años y se trató del reemplazo de la válvula aórtica por otra a través de la piel sin necesidad de anestesia general o de"parada cardíaca" (con su sistema de conexión a la circulación extracorpórea). Esto, evitó la operación a corazón abierto y como se realiza a través de la arteria femoral por una punción se trata de una intervención "minimamente invasiva" que dura en promedio 45 minutos, cuando es de rutina como lo es en Europa.
Los pacientes añosos, no se sometían a operaciones de reemplazo valvular a "cielo abierto" por el riesgo tanto en el quirófano como en el post-operatorio. Y fue, de este modo; dado que muchos pacientes presentan otras enfermedades en simultáneo como diabetes o del pulmón.
CIENCIA MÉDICA
Los actuales estudios científicos, comprobaron que los pacientes a los que se les aplicó con éxito esta novedosa técnica mejoran la función de su ventrículo y extienden su expectativa y su calidad de vida". Estas intervenciones, tienen -desde hace poco tiempo, meses- el aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Desde el año 2002, se suman 3.000 casos a la casuística de intervenciones realizadas en varios países de Europea cuando empezó esto en Francia (cuando no..) con el cardiólogo intervencionista Alain Cribier.
En la actualidad, en el globo, se reemplazan casi 200 válvulas al mes. En Estados Unidos, aún no, pues está en estudio todo esto aún y no fue - por ello- aplicada esta técnica.
Algún especialista optimista, calcula que en poco tiempo más, en lugar de utilizar estas técnicas con válvulas de origen porcino, las mismas válvulas podrían serán generadas tal vez a partir de la piel del propio paciente mediante la ultra-moderna bio-ingeniería de tejidos.
Según especialistas en cardiología intervencionista consultados - desde el año 2002- y bajo el nombre de Edwards se aplicó una válvula expandible y desde el año 2004, hay avances en los resultados con la aplicación de un nuevo diseño valvular autoexpandible.
NUEVA TÉCNICA
Se ingresa al organismo por la arteria femoral a nivel de la ingle por punción (presión). Por allí, se introduce un catéter, que es un tubo largo, delgado y flexible. Este catéter llega hasta la arteria aorta y de ahí a la válvula calcificada, endurecida y cerrada.
“El catéter lleva en su punta la válvula de reemplazo a manera de un paragüas (plegado y montada este sobre un stent de metal) y llegando a la válvula aórtica, el cardiólogo intervencionista con ese catéter efectúa sutiles maniobras. Primero: rompe y dilata la válvula calcificada luego de lo cual abre esa suerte de " paragüas" (o válvula de reemplazo la cual esta hecha de tejido porcino y metal). O, dicho de otro modo, el cardiólogo infla un balón o globo en la punta del catéter que rompe la válvula del paciente (valvuloplastia) y luego coloca en su lugar la prótesis que se abre sola pues es auto-expandible. Así, es que ya comienza el sistema implantado a funcionar.
El momento más tenso de la intervención se genera cuando se detiene por segundos el corazón para colocar la válvula y se logra esto mediante un marcapasos.
"El procedimiento puede realizarse con el paciente sin anestesia general o sea consciente, y la eficacia de esta técnica orilla el 97 % de los casos.
Esto, no es para los pesimistas de siempre que habrán dicho "no va a andar"; sino todo lo contrario.
Parece ciencia ficción pero sólo lo parece pues ya es real".
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