Sueiro y el recuerdo de su partida



POR HÉCTOR DE LA FUENTE
PARA DIARIO NUEVA RIOJA

Hoy, se cumple una nueva efemérides del nacimiento de Víctor Sueiro (9 de Febrero de 1943).

Fue periodista, conductor radial y televisivo así como animador y un querido y recordado autor de una decena de libros periodísticos. Estos son en conjunto, todavía hoy, de los más taquilleros del país.

El 13 de diciembre del año 2007, fue el día de su partida y un día fatídico para muchos. Para su familia, para sus amigos y para una buena parte del mundo de la televisión, del espectáculo y del periodismo tanto como para sus lectores y sus admiradores. Después de todo, el periodista-escritor a pesar de su "bajo perfil" y de venir de la nada, fue un hombre público.


Cuando salía a la calle siempre generaba una buena reacción. Sueiro a los 17 años había ingresado a trabajar al diario El Mundo y ya sabía lo que quería.

Un premio Nóbel de Literatura, Gabriel García Márquez, a las horas de recibir dicho galardón y munido de esa suma de dinero pensó en hacer un nuevo diario en su Colombia. Fue muy coherente, después de todo, García Márquez, siempre sostuvo que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Claro está, que en periodismo a diferencia de otras disciplinas, como la literatura, se vive la realidad palmo a palmo, minuto a minuto y se vive con stress.

Se debe escribir para informar y no con sentido estético, con limitaciones de tiempo y espacio. Implica trabajar... siempre y mucho en este oficio, máxime en la sacrificada gráfica.

En otro orden, Sueiro sabía que no era un literato. Para colmo, le tocó nacer en el país de Borges y Sábato, nada menos. El personaje de esta columna, por ejemplo, lloró cuando murió Cortázar, y sostuvo siempre que él era sólo, tan sólo un periodista. Un periodista que escribía libros periodísticos y no un escritor. Tampoco pretendía serlo pero con su empuje y tenacidad, de seguro lo hubiera logrado.

Sueiro, sin embargo, en algo cumplió algún postulado de Borges, quien afirmó que un escritor debía construirse y constituirse también en un personaje.

CORAZÓN, CONEXIONES Y ANÉCDOTAS

Durante la época militar, rechazó Sueiro formar parte de un proyecto político que intentó catapultar al almirante Massera, y debido a ello sufre problemas laborales.
Lo mismo paso en el regreso de la democracia, durante el gobierno radical.

No son muchos los que saben que unas de las pasiones secretas de Sueiro fue la medicina. En el año 1990, el periodista produjo una conmoción en televisión. Fue, precisamente en el programa televisivo de Badía y Cía, donde junto a Marcelo Tinelli (como periodista deportivo), Mario Mactas y otros más se desempeñó como columnista.

El comunicador, allí, al aire y sin tapujos, relató los detalles de su paro cardíaco: un paro de 40 segundos, en el Sanatorio Güemes. Fue el "paro" más célebre del país. Y salió de esa parada cardíaca, merced al equipo de cardiólogos del doctor Luis De la Fuente, de los aparatos de resucitación, de la suerte y de alguien o algo más también.

La pasión y la misión de Sueiro por comunicar seguirían siendo las mismas pero ahora, para el mensajero, cambiaba el mensaje y los contenidos a comunicar, informar y divulgar. Ese momento, de su muerte clínica o aquella situación límite vital le cambió la vida para siempre a Sueiro.

A partir de allí, su vida da un giro inesperado y un vuelco, pues Sueiro generó una conmoción mediática al desfilar por decenas de programas radiales y televisivos relatando su “experiencia cercana a la muerte”, en la que describe un túnel con una luz blanca de fondo con una voz que lo invita a ingresar al mismo. Ya a esta altura, Sueiro, convierte su experiencia mística en un primer libro que es best-seller, al que le siguen una docena más a razón de uno por año.

Aprovechó su experiencia mística y pasó de ser un famoso periodista de televisión (que arrancó con Lucho Avilés en la década del 70' y siguió con Tita Merello) a ser nada menos que un célebre escritor de best-sellers. Fue admirado hasta por Coelho, quien pidió conocerlo, y se codeó casi casi con el jet-set local y con el "tout" de Buenos Aires.


REVISTA GENTE

Antes, en la época de la revista Gente, de la que fue co-fundador (1968), se destacó como entrevistador de figuras y alli trabajó con Samuel "Chiche" Gelblung y otros. En el año 2003, retorna a la televisión, en Canal 13, con la serie “Misterios y Milagros” que alcanzò los 16 puntos de rating, a pesar de competir en los denominados “Super-Lunes” con otros grandes de la televisión.

Décadas después, pasó él a ser el entrevistado y eso a veces no se perdona. Y no por casualidad, habrá sido que su primer reportaje importante fue a Susana Gimenez , quien a su vez reporteó a Sueiro en Telefé, apenas unos días antes de morir inesperadamente.

RÉCORD


Sueiro poseía el récord panamericano en cardiología intervencionista, sino el mundial, con once angioplastias (técnica para dilatar arterias) más 15 cateterismos (son estudios diagnósticos) y decenas de internaciones. Todas con su mismo cardiólogo intervencionista, ya un amigo y pionero del cateterismo (1966) y de los "stents" liberadores de medicamento (1999) y creador de la Escuela Argentina de Cardiología Intervencionista. Hablamos del doctor De la Fuente.

Sueiro le fue una persona en grado sumo fiel a pesar de su problema de stress y algo metabólico también. Sin embargo y de manera inesperada, a pocos días de la última angioplastia coronaria fue internado en otra clínica para ser operado de un temible cáncer de páncreas expandido. Luego de la operación, sufre un paro cardíaco debido, probablemente, a un infarto masivo y el desenlace es el ya conocido por todos.

Se estima que la muerte de su madre en el año 2006, fue un duro gople para él.

Sueiro vivía en Pinamar, donde se recluía para escribir sus libros, vendidos como pan caliente; estaba casado con Rosa Costas, la ex-productora general del canal América y tuvo una hija, también periodista que era su sol.

También diremos del amigo y periodista, que era algo así como fundador de un periodismo de contenidos religiosos moderno, en el país, y casi un vocero de Dios en argentina, parafraséando a alguien y que se fue "seguro" pero sin miedo.

Sueiro, no conocía el miedo. Él, confiaba y ya sabía parte de lo que le esperaba "más allá".

AVATERES DE UN DIVULGADOR


Sueiro se fue o mejor dicho, "viajó". Pasó todo muy rápido, en demasía y de imprevisto. No hubo tiempo para metabolizar su partida a fines del 2007.

Un jueves al mediodía, a los 64 años, de repente, falleció en el Sanatorio Otamendi y Miroli de la Capital Federal y la noticia arrasó.

Sueiro en la radio, Sueiro en la televisión, Sueiro en los diarios, Suerio en Internet y en todas partes. Sueiro, Sueiro, Sueiro. Pero esta vez no se pudo dar la buena noticia. Y no fue la partida por una intervención a causa de sus milimétricas arterias coronarias. Fue por un órgano posterior y oculto: el misterioso páncreas.
No pudieron vencerlo antes, ni dos balazos por la espalda, a los 19 años de edad, ni una infección como la difteria... Ni un accidente de auto con vuelco incluido y ni siquiera un paro cardïaco, el más famoso del país.

Tampoco pudieron llevárselo sus cateterismos y angioplastias (realizadas por sus obstrucciones arteriales coronarias causadas por el colesterol, su ex-tabaquismo y por algún trombo), las cuales ya son un verdadero ré-cord en el país y en sudamérica.

Cada vez que amagaba con partir para siempre, parecía que un sopapo, desde el cielo, lo traía de vuelta al mundo de los comunes mortales. ¡Allá todavía no lo querían!


Sueiro difundió la angioplastia coronaria en radio y en televisión, en diarios y en revistas, mejor que 1000 cardiólogos juntos. Como nadie. Todos los médicos unidos no hubieran podido hacer mejor trabajo de divulgación que él. Ni lograr el "efecto Sueiro", porque era un don el que poseía. Y un don es un regalo.


Muchos periodistas, al comenzar Sueiro a los 17 en el ya desaparecido diario EL MUNDO, venían de las letras y del mundo literario.

Fue un Maestro de periodismo y de periodistas y fue el "padre" del periodismo religioso. Fernández Díaz, periodista y escritor, ironizaba con su amigo y le decía que era "el gerente de marketing de Dios". Sueiro, fue un periodista brillante y un escritor popular, querido por todos, aunque quizá envidiado por alguno. Su otro récord: fue la venta de más de 1.500.000 ejemplares de sus libros.

Jamás pisó una Escuela de Periodismo o de Letras ni la Universidad, salvo la Facultad de Derecho pero sólo durante algunos años.

Fue admirado porque vino "de abajo" y llegó. Era muy culto. Leía filosofía, teología y medicina. Víctor logró algo muy difícil: ser periodista y escritor a la vez, además de exitoso y muy leído. Con un gran oficio, empuje y tesón frente a la adversidad y con las operaciones cardíacas encima alcanzó una gran popularidad y repercusión con sus libros.


Luego del golpe por la muerte de su madre, en el año 2006, Sueiro recluido en Pinamar, no debió haber sospechado nunca que estaría escribiendo su último libro, un compilado bautizado “Crónicas Locas”.


En el año 2007, Sueiro, debuta con unas molestias digestivas que desembocan en un temible diagnóstico de cáncer de páncreas, por lo cual fue operado en el Sanatorio Otamendi, a pesar que nada haría pensarlo.

No obstante la cirugía, Sueiro, falleció horas después de la operación justo en momentos, en que arribaba de EE.UU, su cardiólogo por décadas.


CON ESTE COLUMNISTA

Estábamos con Víctor, en la oficina, relata este columnista de Medicina, y no sabía que sería la última vez que lo vería con vida.
Puedo asegurar que lo noté tranquilo. Le muestro el Suplemento de Salud de un diario del interior del país que estabamos haciendo y su señora Rosita espeta “¿es de Clarín?”. No, Rosita, es del diario tal, comenta De la Fuente (h) con afecto.

Allí, el Maestro de Periodistas y del Periodismo, lo toma al ejemplar, lo mira, lo palpa y le dice a De la Fuente: “me gusta realmente todo, desde el diseño y el formato hasta el papel y está muy bien hecho”. Sin saberlo, Sueiro, había dado su última clase magistral de periodismo".



UN DESENLACE IMPREVISTO

Contra todos los pronósticos, fue traicionado por un tumor. La maldita enfermedad se lo empezó a llevar, primero anímicamente.

Sueiro sabía ya bastante de Medicina, preguntaba, averiguaba y leía bastante.

A este columnista, por ejemplo, lo llamaba "el cronista del dolor".


Sueiro, salió de la operación. Luego tuvo un paro cardíaco irreversible en la camilla. Sus últimas palabras, antes de la operación habrían sido "Dios dirá".


En su despedida del mundo material, reunió a amigos y colegas, alguno de ellos enfrentados entre sí. Previamente se había despedido por teléfono de cada uno. A su médico personal, también le tocó el honor de recibir esa llamada. La suerte y las cartas estaban echadas...


Se fue un periodista, un amigo, casi un ángel. Un ser que intentó explicar parte del mayor interrogante que tiene la humanidad: ¿ hacia dónde vamos y qué es esa impactante "luz" que describió magistralmente ? Esos misterios a él lo inquietaban muy especialmente.


¿ Habrá encontrado certezas ?


Sin duda, al menos, influyó para que mucha gente recupere la esperanza en el momento más duro de nuestra existencia: el momento en que se deja la vida en manos de Dios ".
Imagen: Diario La Nación

1 comentario:

  1. Supongo que esta seccion es leida mayormente por medicos y estudiantes de cardio; q lastima q personas a quien nosotros les entragamos nuestro corazon no hallan podido tomarse un tiempo para leer y agradecer este lindo, completo y respetuoso articulo.
    Yo digo Lindo, muy lindo todo lo q he leido !!!

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Gracias por comentar en Látidos, periodismo cardiovascular.